30 de septiembre de 2008

Un mitin frente a frente: 1º debate


Ficha técnica: Primer debate entre los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos. Viernes 26 de septiembre de 2008. Universidad de Oxford, Missisipi.
  • John McCain (Partido Republicano)
  • Barack Obama (Partido Demócrata)
Las elecciones se celebrarán el próximo 4 de Noviembre.

Sin cambios. El primer cara a cara entre John McCain y Barack Obama se saldó sin grandes anuncios ni un claro vencedor. Ambos candidatos se refugiaron en los temas en los que se encuentran más cómodos para intentar desequilibrar la balanza pero en los dos casos, faltó garra y pasión y sobró ambigüedad a veces y conservadurismo otras.

Por razones que sólo él conoce, McCain había decidido partir con desventaja en este enfrentamiento televisado, al especular con su presencia en el mismo. Pese a todo, su predisposición negativa no le pasó factura, aunque las posibilidades de que se tratara de una jugada tampoco se vieron confirmadas.

En lo que respecta al debate en sí mismo, estuvo huérfano de improvisación y propuestas concretas. Especialmente ambiguos fueron en el plano económico en el que no acuñaron ninguna medida para recordar. En lo que se refirió a política exterior, McCain y Obama ahondaron sobre sus posiciones previas. De un lado liderazgo mediante la unilateralidad y, del otro, liderazgo por la multilateralidad. McCain intentó sin éxito mostrar las debilidades del demócrata en este campo y Obama aguantó bien e incluso se planteó algún contraataque, como cuando mencionó a España y en su réplica sobre el conflicto entre Rusia y Georgia.

En materia de comunicación no verbal y gestualidad, también se mantuvieron los roles. Siempre bajo esa actitud comedida, Obama se mostró más suelto y cómodo en esas lides que su rival. Buscó la mirada de los televidentes a través de la cámara, sus brazos acompañaron sus palabras y su gesto fue afable incluso cuando respondía negativamente a su rival. Por su parte, McCain se mantuvo frío y agresivo los 90 minutos. No entró al cuerpo a cuerpo, negando la mirada cuando Obama le llamaba por su nombre y, en general, se empeñó en mantener su actitud e imagen de hombre estricto.

Los guiños:



  • El candidato republicano, John McCain, recordó en su primera intervención al senador demócrata Ted Kennedy, hospitalizado de nuevo a causa de una grave enfermedad. Obama lo pasó por alto pese a que tuvo el primer turno de palabra y a que el propio Kennedy le brindó su apoyo en las pasadas primarias del partido demócrata.
  • El candidato demócrata, Barack Obama, se refirió a España y a “su primer ministro” en los minutos de debate sobre seguridad nacional para intentar mostrar el desconocimiento de su rival sobre quiénes son sus aliados.

¿Respetaron los eslóganes de campaña?



  • “Yes, we can”- Obama atenuó su mensaje de cambio en el primer enfrentamiento televisado con McCain. Podemos considerar que su principal misión fue la de aplacar las voces críticas e infundir confianza sobre los indecisos, más que la de ahondar sobre el cambio que afirma representar.
  • “Country first”- McCain desplegó su arsenal a partir de la media hora de debate. Con el inicio de los comentarios sobre seguridad nacional, el candidato republicano mostró su solidez con un mensaje de mayor tirón de puertas adentro que visto desde Europa.

La telegenia:



  • John McCain mantuvo una actitud fría y distante durante todo el debate. Apenas se le vio sonreír. Todo en él pareció muy mecanizado.
  • Barack Obama procuró mayor conexión con el público y, por ende, los televidentes. Se dirigió en ocasiones directamente a la cámara y aunque se mostró más suelto, tampoco consiguió romper la barrera del guión que encorsetó a ambos. En su última intervención, en la que se refería a sí mismo como el presidente de Estados Unidos, erró al apartar su vista del moderador y el público.

El discurso:




  • El candidato republicano no se apeó de su dureza. Estuvo tenso en la mayoría de sus intervenciones, su discurso fue más emocional y el tono duro. No buscó la conexión con todo el pueblo estadounidense sino con su público afín: empresarios, veteranos de guerra, etc. La jerga militar estuvo muy presente en sus intervenciones (“campo de batalla”, “regresar con la bandera de la victoria”, etc) y se mostró convencido de la supremacía americana evitando descartar cualquier acción militar en el lugar que fuera, con lo que pretendía hacerse con el voto de temerosos y vengativos. Pese a que fue reclamado por su nombre en ocasiones por Obama, McCain no le dirigió la mirada y permaneció fiel a su guión evitando el cuerpo a cuerpo.
  • El candidato demócrata fue más conciliador. No menos de seis veces comenzó sus intervenciones dando la razón a su rival y, en general, su tono fue blando y su expresión, afable. Buscó la moderación y la conexión con la totalidad del electorado estadounidense y aunque en materia de política exterior rechazó la unilateralidad de las acciones, no dudo en poner en tela de juicio la actitud de Pakistán, aliado de la Administración Bush, frente al terrorismo. En relación a ésto, fue incluso más lejos y habló de vulnerar sus fronteras.

Las carencias:

El discurso de ambos candidatos respecto a la crisis financiera dejó bastante que desear en materia de políticas concretas y generación de confianza.

  • McCain se aferró a los ideales de su partido y se mostró partidario de recortar el gasto público e incluso, cerrar el grifo de las ayudas a otros países para lo cual el candidato republicano les puso en el disparadero de sus simpatías por el terrorismo, aunque eso sí, sin citar a ninguno en concreto. Ninguna medida de calado y ni tan siquiera una defensa más evidente del plan de rescate propuesto por el presidente Bush y que finalmente ha sido rechazado por el Congreso.
  • En su intento de conectar con el mayor número de personas, Obama habló de educación y sanidad en el tiempo que debía dedicarse a la crisis financiera, para afirmar que no eran sectores sobre los que planteaba un recorte. Se afanó en recordar el coste económico de la guerra de Irak (10.000 millones de dólares mensuales) y la necesidad de independizarse energéticamente de Oriente Medio fomentando las energías renovables.

La jugada:



  • Obama. Conocedor de la fortaleza de su rival en materia de política exterior, el candidato demócrata enmarcó el debate sobre Georgia y la respuesta a Rusia, de forma más amplia. Para ello, trazó su discurso entorno a la dependencia energética estadounidense para proponer sus medidas sobre energías renovables y, en conclusión, el cambio del modelo energético. Habló de anticipación e independencia como claves de la política exterior para negociar con garantías y obtener ventajas. Una forma inteligente de llevar el debate a su terreno.
  • McCain. La intento el candidato republicano pero se encontró con la otra cara de la moneda. McCain sacó a relucir una pulsera que la madre de un soldado muerto en Irak le había entregado, para desarrollar su discurso sobre la necesidad de que “el esfuerzo no sea en vano y la guerra tenga éxito”. En su réplica, Obama enseñó una pulsera similar y, al igual que McCain, tomó las supuestas palabras de la madre del soldado fallecido para proclamar la necesidad de que “ningún soldado más muera en vano”.

El resultado:

Entre el empate técnico y una ligera victoria para Obama es la conclusión de la mayoría de medios de comunicación que han seguido el debate. Como hemos comentado, ninguno supo plasmar el supuesto valor añadido de su campaña, el atractivo que les hace diferente y aunque con modos diferentes, se mostraron encorsetados e incapaces de generar empatía entre los televidentes. Utilizando la jerga futbolística, mucha tensión, pero pocos goles.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Era un blog necesario, imprescindible. Mucha suerte y que los internautas dejen muchas opiniones en la “urna” de los comentarios.

Anónimo dijo...

Imparcial y sin partidismos. Ya era hora. Que no decaiga. Mariano

Anónimo dijo...

Me gusta la idea, el enfoque, el tono. Está muy bien.

Anónimo dijo...

pero, no havia ganado Bush