Funes acaba con 20 años de mandato conservador
en El Salvador
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Mauricio Funes, líder del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, es el virtual ganador de las elecciones presidenciales celebradas ayer, 15 de marzo, en El Salvador.
Con el 90,68% de las actas escrutadas y según datos preliminares del Tribunal Superior Electoral, TSE, el nuevo presidente salvadoreño ha obtenido el respaldo del 51,27% del electorado y 1.231.755 votos frente al 48,73% y 1.170.780 votos contabilizados por Rodrigo Ávila, ingeniero, ex director de policía y candidato de la Alianza Republicana Nacionalista, ARENA, que reconoció la derrota y prometió una oposición constructiva y vigilante. Se limitan, así, los riesgos de una política irrespirable en el país centroamericano que comentábamos antes de las elecciones y, aunque todavía está por comprobar la veracidad de las declaraciones, el hecho de que el deseo se haga explícito debe reconfortar a la población salvadoreña.
La victoria de Funes (en la imagen) pone fin a dos décadas de gobierno conservador, en el poder desde 1989, e inaugura el mandato de un periodista de 49 años que conoció la guerra civil salvadoreña, aunque nunca estuvo en la ex guerrilla, y se define como un político de centro izquierda.
A pesar de que se esperaba una participación por encima del 67%, de un censo total integrado por 4.226.479 electores registrados, los primeros datos indican que habría votado sólo un 60%, cuatro puntos incluso por debajo de las presidenciales de 2004. Más de 5.000 observadores nacionales e internacionales velaron por la limpieza del proceso.
A falta de la confirmación oficial de los resultados, que se darán a conocer el próximo miércoles, las elecciones dejan dos curiosidades de muy diferente signo para el anecdotario.
1) La abrupta campaña política, de más de un año y medio de duración, tuvo uno de sus puntos álgidos cuando el candidato “arenero” se refirió a las temibles consecuencias de un eventual triunfo del FMLN por las supuestas relaciones que el candidato izquierdista podría mantener con el presidente venezolano, Hugo Chávez. Mauricio Funes desmintió frontalmente a su opositor pero obvio comentarle que, por contra, sí hay un eslogan que vincula a Rodrigo Ávila con Hugo Chávez. Ambos han utilizado a la vez el lema: “Vamos con todo”.
2) Bajo la divisa “Niños y niñas con voz y voto. Elecciones Infantiles 2009” cerca de 140.000 menores participaron en una votación paralela para fomentar los valores democráticos entre los pequeños. Los resultados se darán a conocer por el TSE después de que dicho organismo oficialice al ganador de las presidenciales “de verdad” y próximo presidente de la república. ¿Volverá a ganar Funes entre la chiquillería? ¿Habrán optado los jovencitos por Ávila? En todo caso, es seguro que el resultado de esta votación importará poco a los candidatos.
Con el 90,68% de las actas escrutadas y según datos preliminares del Tribunal Superior Electoral, TSE, el nuevo presidente salvadoreño ha obtenido el respaldo del 51,27% del electorado y 1.231.755 votos frente al 48,73% y 1.170.780 votos contabilizados por Rodrigo Ávila, ingeniero, ex director de policía y candidato de la Alianza Republicana Nacionalista, ARENA, que reconoció la derrota y prometió una oposición constructiva y vigilante. Se limitan, así, los riesgos de una política irrespirable en el país centroamericano que comentábamos antes de las elecciones y, aunque todavía está por comprobar la veracidad de las declaraciones, el hecho de que el deseo se haga explícito debe reconfortar a la población salvadoreña.
La victoria de Funes (en la imagen) pone fin a dos décadas de gobierno conservador, en el poder desde 1989, e inaugura el mandato de un periodista de 49 años que conoció la guerra civil salvadoreña, aunque nunca estuvo en la ex guerrilla, y se define como un político de centro izquierda.A pesar de que se esperaba una participación por encima del 67%, de un censo total integrado por 4.226.479 electores registrados, los primeros datos indican que habría votado sólo un 60%, cuatro puntos incluso por debajo de las presidenciales de 2004. Más de 5.000 observadores nacionales e internacionales velaron por la limpieza del proceso.
A falta de la confirmación oficial de los resultados, que se darán a conocer el próximo miércoles, las elecciones dejan dos curiosidades de muy diferente signo para el anecdotario.
1) La abrupta campaña política, de más de un año y medio de duración, tuvo uno de sus puntos álgidos cuando el candidato “arenero” se refirió a las temibles consecuencias de un eventual triunfo del FMLN por las supuestas relaciones que el candidato izquierdista podría mantener con el presidente venezolano, Hugo Chávez. Mauricio Funes desmintió frontalmente a su opositor pero obvio comentarle que, por contra, sí hay un eslogan que vincula a Rodrigo Ávila con Hugo Chávez. Ambos han utilizado a la vez el lema: “Vamos con todo”.
2) Bajo la divisa “Niños y niñas con voz y voto. Elecciones Infantiles 2009” cerca de 140.000 menores participaron en una votación paralela para fomentar los valores democráticos entre los pequeños. Los resultados se darán a conocer por el TSE después de que dicho organismo oficialice al ganador de las presidenciales “de verdad” y próximo presidente de la república. ¿Volverá a ganar Funes entre la chiquillería? ¿Habrán optado los jovencitos por Ávila? En todo caso, es seguro que el resultado de esta votación importará poco a los candidatos.
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