Irlanda dijo "Sí" al Tratado de Lisboa en el segundo intento facilitado por la Unión para que "el tigre celta" aprobara el texto por el que pasa el futuro de convergencia y colaboración europea. En concreto, el 67% de los irlandeses se mostró favorable a modificar la constitución del país para dar cabida a las reformas previstas en el Tratado de Lisboa, circunstancia a la que sin duda contribuyó favorablemente la adecuación de determinados temas a los intereses irlandeses y, sobre todo, los rigores de la crisis económica, que convierten a la UE en un elemento rentable.
Pese al respaldo irlandés, el proyecto europeo volverá a pender de un hilo cuando los conservadores británicos alcancen el poder, pues David Cameron se ha comprometido a convocar una consulta sobre el Tratado. Y el resultado, como en todo referendum, lo podemos imaginar.
0 comentarios:
Publicar un comentario