Además de la considerable sorpresa que provocaría una reelección republicana, especialmente lejos de Estados Unidos, el nacimiento de
La razón se encuentra en el control del Congreso. A la par que la elección de nuevo presidente, el martes se producirá la renovación de un tercio del Senado y de toda
De ese modo, si se produce esa mejora de resultados por parte de los demócratas en esas otras elecciones, Bevan plantea problemas de operabilidad para el nuevo Gobierno estadounidense. Además, tampoco se le escapa al periodista y cofundador de Real Clear Politics que durante la campaña electoral se han producido hechos no menos preocupantes para una futura Administración republicana. La mayoría de la prensa estadounidense ha mostrado abiertamente su apoyo a Barack Obama, lo que podría ahondar en el sentimiento de desilusión de casi la mitad de la población y ni el propio Partido Republicano se ha mostrado como un frente sólido de apoyo a su candidato. De hecho, incluso su número dos, Sarah Palin, ha hecho la guerra por su cuenta distanciándose de la doctrina oficial en los últimos días de campaña.
El panorama, siguiendo este razonamiento, sería desolador para el nuevo gobierno americano, pues hablaríamos de una Administración impotente para hacer prevalecer sus leyes en el Congreso, sin contar con el rechazo generalizado, al menos en el corto plazo, de la prensa, de buena parte de la sociedad y de facciones del propio partido. Ante una situación así, y aprovechando el título que Bevan le da a su columna, ¿debería McCain querer ganar estas elecciones?
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