Precisamente para evitar caer en triunfalismos y porque creemos que el “cambio” se demuestra gobernando por histórica que sea la nominación de Obama, este blog repasará, cada diez días, los hitos más importantes del primer presidente negro de Estados Unidos. Pretendemos así, seguir de cerca la gestión de su administración y presentarla de manera ligera.
Y a lo que se ha dedicado Obama en esta semana y media es mucho y de gran calado. Para empezar y sin apenas tiempo para tomar asiento en el Despacho Oval, Obama anunció el cierre de la prisión de Guantánamo, cumpliendo así una de sus promesas electorales que, no obstante, no verá la luz hasta dentro de un año, una vez acordado con la Unión Europea entre otros, qué se hace con los cientos de presos allí recluidos. En paralelo a esta decisión, se sitúa la prohibición de las cárceles secretas y la tortura.
Para predicar con el ejemplo y que las peticiones de esfuerzo al pueblo norteamericano no suenen a palabrería, Obama impulsó una serie de órdenes ejecutivas para regular el comportamiento ético de sus colaboradores y, entre otras cosas, ha congelado el sueldo de los funcionarios con una remuneración por encima de los 100.000 dólares. "Las familias se están apretando el cinturón, y lo mismo debe hacer Washington", afirmó el presidente estadounidense. Además, ha fomentado la transparencia en su gestión, exigiendo a los organismos gubernamentales cumplir las peticiones que se le presenten amparadas por la Ley de Libertad de Información. La guinda a estas medidas la puso Obama celebrando una jornada de puertas abiertas el miércoles 21.
En materia medioambiental, Obama ha anunciado medidas para limitar las emisiones contaminantes de la industria automotriz, en lo que supone una afrenta a este lobby tan poderoso. Y, además, se ha mostrado decidido a facilitar la independencia energética del petróleo extranjero, lo que también significa un cambio de la política exterior de Estados Unidos. Para terminar de distanciarse de los últimos ocho años, Obama ha dado luz verde a los ensayos con células madre embrionarias.
Pero la medida más importante de estos primeros días de la era Obama ha tenido que ve con la aprobación en la Cámara de Representantes de un plan para la reconstrucción del país, en lo que pretende ser un gigantesco proyecto de inversión en obra pública. El plan de salvamento asciende a 825.000 millones de dólares, que comprenden desde inversiones en infraestructuras, energía y educación, a recortes fiscales para la clase media con valor por 140.000 millones de dólares.
Todo ello denota una profunda urgencia en el quehacer de la administración Obama, consciente del en tamaño de los retos a los que se enfrenta el país. Por ello, es de esperar un posicionamiento más claro en política exterior en la próxima semana y media. Ello conllevará despejar algunas dudas sobre la hoja de ruta de EE.UU en Irak y Afganistán, así como en su relación con Israel y la búsqueda de una solución para el enquistado conflicto de la zona.