3 de octubre de 2008

Al microscopio: Sarah Palin- Joe Biden


Los secundarios de a bordo miden en escasos minutos (3 de la mañana hora española), sus fuerzas en el segundo debate electoral de la campaña política estadounidense. Tras el fiasco del primer enfrentamiento entre John McCain y Barack Obama, que eludieron el choque frontal así como proponer medidas de calado para la grave crisis financiera que atraviesa el país entre otros temas, el duelo entre los candidatos a vicepresidente se presenta como una bocanada de aire fresco en la que dos personalidades muy marcadas intentarán inclinar el voto de los ciudadanos.

Pero, ¿quiénes se esconde detrás de esa mujer de armas tomar capaz de en escasas semanas generar un torbellino a su alrededor e incluso nublar la figura del candidato al que apoya? Y, ¿tras ese hombre de maneras elegante, sonrisa inolvidable y gesto amable? Así son los candidatos a la vicepresidencia que esta noche se miden en Misuri.

Del efecto a la resaca Palin

La mayor preocupación de los asesores de la campaña republicana está en encauzar el “efecto Palin”, que ha amainado tras la tormenta que generó su debut ante los focos de la gran política estadounidense en la convención de su partido. Por ello, el trabajo se ciñe a completar su perfil de política pragmática y entusiasta, con dosis de estadista y conocedora de los problemas que Estados Unidos enfrenta en la actualidad, incluida la política exterior o seguridad nacional, como prefieren decir, y la crisis financiera.

Palin superó su primera prueba de fuego con nota. En Minnessota, donde el partido republicano celebró su convención a finales de agosto, la candidata a vicepresidenta encandiló a los miembros de su partido con un discurso duro, práctico, sin alardes retóricos, pero no exento de saña contra los rivales demócratas. Allí caricaturizó el pasado laboral de Barack Obama como trabajador social, afirmando que ser alcalde de una ciudad es algo parecido (ella lo fue en una ciudad de Alaska), pero con responsabilidades.

Su radiografía no deja lugar a dudas de su marcado perfil conservador: partidaria de menos intervención estatal y de luchar contra el terrorismo con todos los medios, incluida la declaración de guerra a Rusia si invadiera de nuevo un país; en materia social, contraria al aborto y al matrimonio entre homosexuales; y en lo que se refiere a su discurso, con habituales referencias a Dios. Sin duda, una heroína para los miembros del partido republicano.

¿Joe… qué?

En cierto modo, el candidato a la vicepresidencia de los demócratas interpreta el papel que McCain adopta en su confrontación con Obama. Es decir, Biden es un hombre veterano en las lides políticas: senador por Delaware desde 1973 y presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, además de ha sido Presidente del Comité Judicial del Senado. Precisamente dos temas en los que Palin no se ha mostrado especialmente ducha. En cuanto a sus ambiciones, el senador demócrata ha intentado en dos ocasiones, sin éxito, ser el candidato de su partido a la presidencia. La última en las primarias de este año, en las que cayó derrotado a las primeras de turno.

Para Biden el enemigo esta noche es él mismo. Su experiencia, flema e ironía pueden ser interpretadas por el electorado como faltas de respeto, y otorgarle el papel de víctima a su contrincante puede ser la mejor ayuda para Palin. Sirva como ejemplo de ese sarcasmo el siguiente vídeo en el que el proceso de primarias del partido demócrata en el que el candidato responde a la pregunta interminable del periodista sobre si sería capaz de contenerse una vez alcanzara la Casa Blanca, con un somero “sí”.



Pese al aval que basará en su experiencia, Biden tendrá que intentar recuperar el terreno perdido respecto a Palin en cuanto a reconocimiento público y capacidad de influencia.

Cara y cruz del debate

A favor: El escaso éxito comunicativo y entre el electorado del primer debate debería favorecer el enfrentamiento entre los candidatos a vicepresidentes. Que adopten el papel de protagonistas puede ser favorable en la frescura del debate. Las personalidades contrapuestas de los candidatos deben propiciar un resultado interesante para el electorado. Además, los republicanos tienen que afrontar una encuesta negativa antes del comienzo de este cara a cara. Y es que el 60% de los votantes estadounidenses consideran que Palin carece de la experiencia necesaria para sustituir a John McCain si fuera necesario. El sondeo ha sido publicado por el Washington Post-ABC News del jueves. Todo ello, puede favorecer un cambio en el guión previsto para este enfrentamiento.

En contra: El formato aprobado por la Comisión que se encarga de establecer estos debates electorales amenaza con derretir la frescura que se le debe presuponer a este cara a cara. Según han ido informando los medios de comunicación, los temas y los tiempos estarán suficientemente restringidos como para que ambos adversarios superen el trámite sin alardes.

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