6 de octubre de 2008

EE.UU: los riesgos del ataque personal


Parece que la campaña republicana ha pasado al Plan B en su intento de atraer votos al candidato John McCain. Su táctica primigenia, la de presentar al senador como un héroe de guerra y un hombre alejado de la burocracia y, se entiende por tanto, que más preocupado por los problemas reales de los estadounidenses, fracasa en las encuestas. Las últimas, tras el debate de los candidatos a vicepresidentes, dejan a los conservadores no menos de siete puntos por detrás del ticket Obama-Biden.


El Plan B, como he denominado anteriormente, consiste en el ataque personal y directo a Obama. Hablamos de la acusación de Sarah Palin al relacionar al senador por Illinois con los terroristas. Un intento por desprestigiarlo y así lograr el favor de los votantes. Pero, analicemos por qué es un error semejante acción:

-Se pierde la iniciativa en el debate político y de campaña. Al centrar el foco de atención en el rival, el precursor de esta táctica se presenta sólo como "el menos malo" y no ya como "el mejor de los posibles".


-El precursor de la iniciativa aparece como una fuerza derrotada. Se trata de una medida a la desesperada que puede acabar por hacerle un favor al adversario al convertirlo en un Gobierno de facto, ya que, quien debe disputarle ese puesto, renuncia a hacerlo.



-Puede ser inútil si el rival no entra al trapo. Como ya está ocurriendo, fuentes de la candidatura demócrata se han apresurado a negar y denunciar públicamente las acusaciones que se realizan sobre Obama. Cuando ésto ocurre y no supone un cambio en el guión previsto del afectado, el precursor de la iniciativa de descrédito queda en evidencia y su táctica desactivada.
-Pensando a largo plazo, si aún con todo, consigue su objetivo de, en este caso, acceder a la Casa Blanca, lo hará bajo el paraguas del miedo y necesitará de éste para sostener su liderazgo, con las dificultades que acarrea.

-Y una última relacionada con la peculiaridad del sistema norteamericano. Al no realizar esta acusación en uno de los cara a cara que tienen lugar en la campaña electoral estadounidense, el ciudadano puede percibir deslealtad por parte del precursor, ya que elimina la capacidad de réplica directa por parte del aludido.

Las campañas estadounidenses del pasado tienen otros ejemplos de acciones de este tipo, algunos de los cuales se cerraron con éxito para sus precursores. Veremos cómo cala entre el electorado el mensaje del miedo que desde las filas republicanas se está intentando trasladar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tras su sonado fiasco, “in crescendo”, Palin apunta al miedo, como McCain en el primer debate. Tratan de no perder votos entre sus correligionarios, radicalizando poses que ya veremos. Los indecisos se mueven hacia Obama. Último dato Gallup: Barak O. 50% / John M. 42%.

Inés dijo...

Muy bueno el análisis, La lógica aflora sin dificultad. Es el prisma necesario.
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El electorado no reaccionará con perspectiva, creo que una acción así solo consigue reafirmar posiciones: los que quieran creer que es verdad, lo harán (aunque se demuestre lo contrario), los que no lo quieran creer no lo harán (aunque también se demuestre), y los que lo vean con una mayor perspectiva no caerán en el juego (creo en la inteligencia de las personas,a veces) aunque es muy posible que se despisten.